¿Por qué luchan los maestros oaxaqueños?
Luis Hernández Navarro
Este lunes 30 de mayo,
mientras escribo estas notas, miles de maestros oaxaqueños debaten en asambleas
de información y consulta el futuro de su movimiento. Reflexionan sobre si la respuesta
del gobierno del estado a sus demandas es satisfactoria, insuficiente o mínima
y qué procede hacer a partir de ahora. Al terminar la ronda sus representantes
delegacionales se reunirán para rendir los resultados de la consulta y definir
si levantan o no el paro indefinido de labores que estallaron hace una semana.
Los maestros de la
sección 22 del SNTE bautizaron su jornada de lucha por la defensa de la
educación pública, la justicia, y la construcción democrática de Oaxaca. Exigen
que se dé respuesta puntual a un pliego petitorio que resume sus demandas
centrales, además de reivindicaciones de estudiantes y padres de familia.
El paro estalló debido a
la incompetencia de la administración de la entidad para resolver las demandas
magisteriales. El director general del Instituto Estatal de Educación Pública
de Oaxaca (IEEPO), Bernardo Vásquez Colmenares, un personaje que ocupa el
puesto en virtud de los compromisos pactados por Gabino Cué con Elba Esther
Gordillo, ha sido incapaz de manejar el conflicto. No es el único.
Desconocedoras de la dinámica sindical de los profesores, las autoridades
locales manejaron el asunto con torpeza y supusieron que la suspensión de
labores se había conjurado. Por supuesto, no fue así.
El gobierno del estado
respondió ante la suspensión de labores como hicieron en el pasado las
administraciones priístas. En la prensa nacional publicó un desplegado diciendo
que ofreció a los mentores un paquete histórico por mil 509 millones de pesos.
Falso. Al sumar el monto de los ofrecimientos gubernamentales en varias
demandas, las cifras no checaban. En realidad, la administración de Gabino Cué
estaba dispuesta a otorgar a los profesores menos recursos de los que
públicamente declaró. Días después, en un tercer revire, modificó su oferta
incrementándola a mil 615 millones de pesos.
De manera paralela a la
tergiversación informativa, se desató en los medios de comunicación una campaña
masiva de denostación en contra del magisterio oaxaqueño. Se quiere presentar a
los mentores como trabajadores irresponsables y abusivos, que dañan a la niñez
por aviesos intereses políticos.
La acusación no se
sostiene si se analiza por qué luchan los maestros oaxaqueños. Sus exigencias
están agrupadas en un pliego petitorio de 51 puntos, organizados en torno a
siete grandes bloques de demandas: educativas, sociales, laborales,
relacionadas con el ISSSTE, económicas, políticas, vinculadas con el SNTE y de
solución a las minutas de años anteriores de las demandas generales y niveles
educativos. Nada excepcional en un estado con tantos problemas y donde los
maestros son vehículo para canalizar las solicitudes de las comunidades al
gobierno.
Parte central de las
reivindicaciones no tiene que ver con la mejoría salarial del magisterio, sino
con programas sociales que permitan a los niños que asisten a cursos de
educación básica tener condiciones dignas para estudiar. Ésa es una añeja
conquista del sindicato democrático. Hoy, los maestros exigen que se amplíe el
programa para dotar a los alumnos de uniformes y útiles escolares. Casi la
tercera parte de los recursos solicitados tienen como objetivo satisfacer este
fin.
En el mismo rumbo, la
sección 22 demanda ampliar el programa de desayunos escolares, instalando
nuevas cocinas populares que elaboren los alimentos para los niños. En un
estado con la pobreza de Oaxaca es imposible enseñar con eficiencia a
estudiantes que llegan a las aulas sin probar bocado.
Otra parte de los
requerimientos de los trabajadores de la educación es rehabilitar la
infraestructura educativa. Quien haya ido a las comunidades rurales de Oaxaca
puede darse cuenta de la carencia de mobiliario y equipo adecuado, así como de
materiales para educar. En igual sentido, los maestros solicitan equipar las
escuelas de la entidad con computadores e Internet.
Oaxaca no firmó la
Alianza para la Calidad de la Educación. Como entidad libre y soberana tiene
derecho a hacerlo. Los maestros de la entidad la rechazan con sobradas razones.
Proponen en su lugar un proyecto de mejoramiento educativo que el gobierno
local se niega a discutir. Dignos herederos de Anton Makarenko, los integrantes
de la sección 22 llevan muchos años pensando y elaborando una propuesta
alternativa de educación. Una de las experiencias más relevantes en este
terreno es el Movimiento Pedagógico, impulsado por la Coalición de Promotores
Bilingües del estado.
El movimiento exige al
gobierno federal y estatal la presentación con vida del recientemente
desaparecido Carlos René Román Salazar, así como de Guadalupe Pérez Sánchez y
otros luchadores sociales desaparecidos en años anteriores. Carlos René era un
importante asesor del secretario general de la sección 22.
Los profesores demandan
la salida de Irma Piñeyro de la Secretaría General de Gobierno; de Bernardo
Vásquez Colmenares y de Marco Tulio López de la secretaría de Seguridad
Pública. Piñeyro ocupa ese lugar, al igual que Bernardo Colmenares, como
resultado de una negociación entre Cué y Gordillo. Ella fue candidata a
gobernadora por el partido Nueva Alianza en los pasados comicios y es una
política repudiada y aborrecida por amplios sectores sociales en la entidad. Su
permanencia en el cargo es una invitación a la inestabilidad política. Exigen
que se castigue al ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz y demás responsables de las
agresiones al pueblo de Oaxaca durante 2006.
Las demandas de los
profesores oaxaqueños son absolutamente razonables. Buscan defender la
educación pública, a los niños, que se haga justicia y se avance en la
democratización de Oaxaca. No hay en su proceder maximalismo alguno. Pretender
que renuncien a sus reivindicaciones, o a su forma de organización y sus
tácticas de lucha porque Gabino Cué es gobernador de la entidad, es un absurdo.
Más aún cuando el mandatario está aliado a Gordillo, enemiga declarada del
magisterio oaxaqueño, y no ha respondido a sus compromisos de campaña.
Aerolíneas de EU, ganonas en la quiebra de Mexicana
El cierre dejó
en tierra a más de 6.6 millones de pasajeros
Cubrieron 65% del mercado que dejó la empresa, revela la CNT
La salida de Mexicana de Aviación provocó pérdidas económicas a las aerolíneas nacionales por 100 millones de dólares, pues las compañías extranjeras acapararon gran parte del mercado abandonado por la línea aérea entre septiembre de 2010 y marzo de 2011.
En un estudio elaborado por la Confederación Nacional Turística (CNT) se indica que unas siete compañías extranjeras captaron 65 por ciento de los pasajeros dejados por Mexicana. Las compañías nacionales sólo cubrieron 25 por ciento, señala el análisis.
En un lapso de siete meses que siguió a la cancelación de vuelos, en agosto pasado, unos 2.6 millones de pasajeros en vuelos internacionales habrían sido afectados, señala el reporte de la CNT elaborado con datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil.
De ese total, Aeroméxico contribuyó a recuperar un 18.8 por ciento de mercado, Volaris el 6.1 por ciento y Viva Aerobús apenas 0.3 por ciento.
Pero compañías extranjeras, sobre todo estadunidenses, como Delta Airlines, Continental Airlines, West Jet, United Airlines, Sunwing, Alaska Airlines y US Air, recuperaron un 65 por ciento.
Lo anterior derivó en pérdidas económicas para el país por al menos 100 millones de dólares, según estimaciones de la organización empresarial.
En general la CNT consideró que más de 6.6 millones de pasajeros nacionales e internacionales dejaron de ser transportados por el cierre de Mexicana de Aviación, lo cual provocó un “impacto negativo en la actividad turística nacional” y una disminución en el ingreso de turistas extranjeros en el primer trimestre del año.
El presidente de la CNT, Miguel Torruco Marqués, indicó que la cancelación de operaciones representó una reducción de 107 mil 884 vuelos y 6 millones 653 mil pasajeros.
De ese total, las líneas aéreas nacionales redujeron en 36.1 por ciento la pérdida de vuelos y en 95.1 por ciento la de pasajeros, en lo que respecta al mercado doméstico, entre septiembre de 2010 y marzo pasado.
En el mercado internacional las aerolíneas nacionales redujeron la pérdida con 16.3 por ciento en vuelos y 25.2 por ciento en pasajeros.
En este segmento es donde las aerolíneas extranjeras aprovecharon la salida de Mexicana de Aviación.
En cuanto al número de vuelos (14 mil 991), contribuyeron con una reducción de 47.4 por ciento y en pasajeros (un millón 726 mil) con 65 por ciento.
“De lo anterior apreciamos que las aerolíneas más favorecidas con el cierre de Mexicana fueron las extranjeras, las cuales, por economía de escala, pudieron programar con tiempo sus nuevas operaciones en los horarios que Mexicana dejó vacantes”, señaló Torruco Marqués.
Fuente: La Jornada
Cubrieron 65% del mercado que dejó la empresa, revela la CNT
La salida de Mexicana de Aviación provocó pérdidas económicas a las aerolíneas nacionales por 100 millones de dólares, pues las compañías extranjeras acapararon gran parte del mercado abandonado por la línea aérea entre septiembre de 2010 y marzo de 2011.
En un estudio elaborado por la Confederación Nacional Turística (CNT) se indica que unas siete compañías extranjeras captaron 65 por ciento de los pasajeros dejados por Mexicana. Las compañías nacionales sólo cubrieron 25 por ciento, señala el análisis.
En un lapso de siete meses que siguió a la cancelación de vuelos, en agosto pasado, unos 2.6 millones de pasajeros en vuelos internacionales habrían sido afectados, señala el reporte de la CNT elaborado con datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil.
De ese total, Aeroméxico contribuyó a recuperar un 18.8 por ciento de mercado, Volaris el 6.1 por ciento y Viva Aerobús apenas 0.3 por ciento.
Pero compañías extranjeras, sobre todo estadunidenses, como Delta Airlines, Continental Airlines, West Jet, United Airlines, Sunwing, Alaska Airlines y US Air, recuperaron un 65 por ciento.
Lo anterior derivó en pérdidas económicas para el país por al menos 100 millones de dólares, según estimaciones de la organización empresarial.
En general la CNT consideró que más de 6.6 millones de pasajeros nacionales e internacionales dejaron de ser transportados por el cierre de Mexicana de Aviación, lo cual provocó un “impacto negativo en la actividad turística nacional” y una disminución en el ingreso de turistas extranjeros en el primer trimestre del año.
El presidente de la CNT, Miguel Torruco Marqués, indicó que la cancelación de operaciones representó una reducción de 107 mil 884 vuelos y 6 millones 653 mil pasajeros.
De ese total, las líneas aéreas nacionales redujeron en 36.1 por ciento la pérdida de vuelos y en 95.1 por ciento la de pasajeros, en lo que respecta al mercado doméstico, entre septiembre de 2010 y marzo pasado.
En el mercado internacional las aerolíneas nacionales redujeron la pérdida con 16.3 por ciento en vuelos y 25.2 por ciento en pasajeros.
En este segmento es donde las aerolíneas extranjeras aprovecharon la salida de Mexicana de Aviación.
En cuanto al número de vuelos (14 mil 991), contribuyeron con una reducción de 47.4 por ciento y en pasajeros (un millón 726 mil) con 65 por ciento.
“De lo anterior apreciamos que las aerolíneas más favorecidas con el cierre de Mexicana fueron las extranjeras, las cuales, por economía de escala, pudieron programar con tiempo sus nuevas operaciones en los horarios que Mexicana dejó vacantes”, señaló Torruco Marqués.
Fuente: La Jornada
El desempleo en México
Durante el mes
de abril reapareció un fantasma que asola a las autoridades de México, el
creciente desempleo. Sin embargo, algo que puede afirmarse es que en realidad
el espectro nunca se fue, forma parte del entorno económico nacional y ha
surgido como producto de los errores oficiales cometidos durante los últimos 30
años.
Aparentemente la desocupación había retrocedido en marzo, cuando se reportó una tasa de 4.6%, pero la ilusión se diluyó con el informe dado a conocer por el INEGI para el mes de abril: 5.1%. Con ello el primer cuatrimestre de 2011 promedió una tasa de desocupación de 5.1%, que si bien es menor a la del año anterior, básicamente es similar a la alcanzada en 2009, el año de la crisis económica.
De lo anterior se desprende que las condiciones laborales que enfrentan los mexicanos no corresponden con el crecimiento económico de 4.6% conseguido por México en el primer trimestre del año. Es evidente que esto constituye parte de la explicación del por qué los mexicanos no perciben el beneficio de la recuperación económica: las ganancias de la misma se concentran en un sector muy pequeño de la población.
En la actual coyuntura es imprescindible que se realice e una acotación adicional, la escasa creación de empresas, asociada a la elevada desocupación que persiste en el país. Lamentablemente las cifras disponibles para el registro de patrones en el IMSS, únicamente se encuentran actualizadas hasta el mes de febrero, situación que impide realizar una comparación estricta con respecto a la tasa de desocupación reportada por el INEGI.
Tomando como referencia el cierre de 2010, durante el primer bimestre del año se tuvo un retroceso de 3,366 patrones registrados en el IMSS. En otras palabras lo anterior implica que aquellos que generan el empleo en México han optado por cerrar sus empresas o por dejar de informar de su actividad productiva al instituto de seguridad social. Tomando en cuenta que el empleo informal y la precariedad del mercado laboral se han elevado durante los primeros meses de 2011, puede considerarse que el crecimiento económico existe en México, pero sobre una base de marginación del empleo y de los derechos laborales de los trabajadores.
En este sentido, también puede entenderse que la pobreza siga avanzando, los ingresos laborales que perciben los mexicanos son insuficientes para mantener a sus familias. El problema de fondo es que si bien el desempleo es un fantasma que le quita el sueño a las autoridades políticas, ello es porque les recuerda promesas de campaña, las cuales pueden volverse un aspecto delicado en un año electoral como 2011 y 2012 que abre el proceso de sucesión presidencial.
Desafortunadamente el espectro del desempleo golpea más fuerte a la gente pobre, para quienes los juegos de poder político aparecen como algo lejano, procesos que no les resuelven los problemas básicos que enfrentan en su vida. Para la gente que vive en marginación el problema real es la falta de empleo de calidad, el cual solamente se genera cuando hay más empresas que se registren ante el IMSS, es decir que cubran las cuotas de seguridad social y que además otorguen otras prestaciones que marca la ley.
En los meses por venir el reto de la recuperación económica es que el beneficio llegue a todos, para lo cual es prioritario que mejore la distribución de la riqueza. México no puede conformarse con generar empleo de mala calidad, es decir con bajos salarios, ya que ello solo abre la puerta para la informalidad y la ilegalidad, parte del cáncer que carcome al sistema económico y social de nuestra nación.
*Director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México
Fuente: El Universal
Aparentemente la desocupación había retrocedido en marzo, cuando se reportó una tasa de 4.6%, pero la ilusión se diluyó con el informe dado a conocer por el INEGI para el mes de abril: 5.1%. Con ello el primer cuatrimestre de 2011 promedió una tasa de desocupación de 5.1%, que si bien es menor a la del año anterior, básicamente es similar a la alcanzada en 2009, el año de la crisis económica.
De lo anterior se desprende que las condiciones laborales que enfrentan los mexicanos no corresponden con el crecimiento económico de 4.6% conseguido por México en el primer trimestre del año. Es evidente que esto constituye parte de la explicación del por qué los mexicanos no perciben el beneficio de la recuperación económica: las ganancias de la misma se concentran en un sector muy pequeño de la población.
En la actual coyuntura es imprescindible que se realice e una acotación adicional, la escasa creación de empresas, asociada a la elevada desocupación que persiste en el país. Lamentablemente las cifras disponibles para el registro de patrones en el IMSS, únicamente se encuentran actualizadas hasta el mes de febrero, situación que impide realizar una comparación estricta con respecto a la tasa de desocupación reportada por el INEGI.
Tomando como referencia el cierre de 2010, durante el primer bimestre del año se tuvo un retroceso de 3,366 patrones registrados en el IMSS. En otras palabras lo anterior implica que aquellos que generan el empleo en México han optado por cerrar sus empresas o por dejar de informar de su actividad productiva al instituto de seguridad social. Tomando en cuenta que el empleo informal y la precariedad del mercado laboral se han elevado durante los primeros meses de 2011, puede considerarse que el crecimiento económico existe en México, pero sobre una base de marginación del empleo y de los derechos laborales de los trabajadores.
En este sentido, también puede entenderse que la pobreza siga avanzando, los ingresos laborales que perciben los mexicanos son insuficientes para mantener a sus familias. El problema de fondo es que si bien el desempleo es un fantasma que le quita el sueño a las autoridades políticas, ello es porque les recuerda promesas de campaña, las cuales pueden volverse un aspecto delicado en un año electoral como 2011 y 2012 que abre el proceso de sucesión presidencial.
Desafortunadamente el espectro del desempleo golpea más fuerte a la gente pobre, para quienes los juegos de poder político aparecen como algo lejano, procesos que no les resuelven los problemas básicos que enfrentan en su vida. Para la gente que vive en marginación el problema real es la falta de empleo de calidad, el cual solamente se genera cuando hay más empresas que se registren ante el IMSS, es decir que cubran las cuotas de seguridad social y que además otorguen otras prestaciones que marca la ley.
En los meses por venir el reto de la recuperación económica es que el beneficio llegue a todos, para lo cual es prioritario que mejore la distribución de la riqueza. México no puede conformarse con generar empleo de mala calidad, es decir con bajos salarios, ya que ello solo abre la puerta para la informalidad y la ilegalidad, parte del cáncer que carcome al sistema económico y social de nuestra nación.
*Director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México
Fuente: El Universal
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