Tiro de gracia al proceso de paz
Randa Nabulsi*
Simpatizantes de la causa palestina se manifiestan en
Washington contra la reunión del Comité de Relaciones Estados Unidos-IsraelFoto Ap
Eso fue lo que representó el discurso de Netanyahu ante el Congreso
de Estados Unidos cuando dijo, agresivamente, que la paz en Medio Oriente se
podría obtener sólo bajo las condiciones de ceder Jerusalén este, los 440
asentamientos en Cisjordania y la frontera en el río Jordán, sin solución alguna
para el problema de los refugiados. Lo más decepcionante de esto fue ver a los
congresistas ovacionar de pie cada una de estas declaraciones. Cualquier
observador pensaría que incluso si dijera que el sol sale por el poniente, se
levantarían a aplaudir; fue una vergüenza. Especialmente por el hecho de que
todos estos temas son contrarios al derecho internacional y a las resoluciones
de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y
contrarios también a la posición del mismo Estados Unidos en estas
cuestiones.
Fue agridulce el hecho de que Netanyahu llegara al tema de la democracia en
Israel con un ejemplo sobre los palestinos israelíes (1.5 millones, cristianos y
musulmanes) en tiempos en que cualquier estudiante universitario, con un poco de
investigación, encontrará la realidad de la situación de los palestinos
israelíes, ciudadanos de tercera clase en Israel, enfrentando discriminación en
educación y empleo de alto nivel, mientras que 50 villas árabes en Israel están
fuera del sistema de salud pública municipal y, por ejemplo, la villa de
Alaraquib en el desierto de Nakkab, ha sido destruida cinco veces hasta ahora,
volviendo a ser reconstruida una y otra vez por sus habitantes. Esta democracia
castiga a cualquier palestino que mencione la Nakba, mientras que alrededor del
mundo quién se atreve a negar el Holocausto. Y por cierto esta discriminación no
es sólo en contra de los palestinos, sino también contra los sefardíes (judíos
de países árabes) y falashas. Sobre la libertad de culto, es suficiente saber
que a nadie se le permite acudir a la mezquita de Al Aqsa a menos que tenga más
de 50 años. Miles de organizaciones israelíes e internacionales de derechos
humanos condenan éstas y muchas otras situaciones.Netanyahu se mostró sorprendido de no haber alcanzado la paz hasta ahora y se preguntó por qué cuando durante más de 18 años de negociación entre la OLP y el gobierno de Israel, llevadas a cabo bajo los auspicios del cuarteto, el lado palestino ha alcanzado todas sus metas establecidas en los acuerdos mientras Israel creaba hechos consumados, construyendo asentamientos, el muro de separación –contra las resoluciones del Consejo de Seguridad y La Haya– y anexando Jerusalén este y las alturas del Golán, también contra la resolución del Consejo de Seguridad. En estos 18 años Hamas no figuró en la foto, ¿por qué no alcanzamos la paz antes? Israel no pudo pagar el precio de la paz, quisieron paz y tierra al mismo tiempo, y ahora esgrimir a Hamas como una razón es completamente falso porque no es parte negociante. En los últimos seis años todo el mundo pidió la unidad palestina, la unidad entre Hamas y la OLP para poder hablar en nombre de todos los palestinos, y el momento arribó y Hamas se unió a la OLP, lo que significa que accede a los compromisos que la OLP ha firmado desde Madrid hasta ahora, el reconocimiento bilateral entre la OLP e Israel es un compromiso entre dos gobiernos. El gobierno israelí no excluye a partidos como Shas e Israel Beytenu, que definitivamente no reconocen a la OLP ni al futuro Estado palestino. A través de la democracia, alguien como Avigdor Lieberman fue aceptado internacionalmente como primer ministro de Israel, y si uno lee sus declaraciones y discursos se le encontrará mucho más extremista e intolerante que Hamas, así que este doble rasero de la comunidad internacional, decepcionante para el pueblo palestino, también ha llevado a la región a punto de ebullición.
Para un Estado que practica la ocupación militar por más de 44 años en contra
de la voluntad de un pueblo y del derecho internacional, es estúpido hablar de
democracia.
En otra parte de su discurso, Netanyahu se queja de la extensión del Estado de Israel y aunque el territorio es pequeño los palestinos lo estamos compartiendo. Naciones Unidas otorgó a Israel 52 por ciento de la Palestina histórica y sin embargo éste fue declarado el 15 de mayo de 1948 en 78 por ciento del territorio, después de masacres ampliamente documentadas que obligaron a dos tercios del pueblo palestino a huir, dejando sus hogares y propiedades para llegar a los campos de refugiados en Cisjordania, la franja de Gaza y países vecinos. Uno de los mejor documentos sobre esta Nakba es el libro del historiador israelí Ilan Pappé La limpieza étnica de Palestina. Quisieron toda la costa del Mediterráneo y la obtuvieron, y ahora están hablando de nuevas fronteras incluyendo el río Jordán, lo que significa que el Estado palestino sería una caricatura de cantones dentro del Estado de Israel.
Netanyahu se mostró muy feliz por el hecho de que los palestino, aun bajo la ocupación, tengamos supermercados, bancos y cines, y olvidó que el pueblo palestino es un gran pueblo con una gran historia, educación y voluntad de vivir, y que ha logrado empresas aún más difíciles, y el programa del primer ministro Salam Fayyad para construir las instituciones de la Palestina independiente ha tenido lugar con el apoyo y la bendición de Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y Naciones Unidas. Esto se ha logrado con el esfuerzo de los palestinos aun cuando su economía está atada ya que, por el acuerdo de Oslo, todos los impuestos vienen a nosotros a través de Israel, que no ha dudado en cortar su flujo varias veces y por varios motivos, por no hablar de la dificultad para que una economía crezca cuando hay 650 puestos de control entre villas y ciudades y existe un muro de separación que roba un tercio adicional de la tierra palestina y los recursos hídricos. No es un regalo de los israelíes que estemos trabajando duro para establecer la infraestructura para el æstado palestino independiente.
Hace dos años, Israel encontró un nuevo obstáculo para la paz, la idea del Estado judío. Israel fue aceptado en Naciones Unidas como el Estado de Israel, ¿porqué nosotros o cualquier otro deberíamos ser más papistas que el Papa? Un Estado establecido sobre la idea de la religión definitivamente no será democrático, y eso podría ser lo que llevó al presidente Truman a tachar la palabra
Netanyahu terminó su discurso hablando de la importancia de la seguridad para Israel olvidando que la paz duradera es la paz justa, y esta no vendrá con los Merkaba, F-16 o Apache, cuyos ataques ha sufrido el pueblo palestino durante la ocupación. El discurso de Netanyahu es una declaración de guerra y no una hoja de ruta de paz, y el mundo entero –especialmente los amigos de Israel– debe poner fin a este delirio y salvar a Israel de sí mismo, en vez de ovacionarle de pie.
* Embajadora de Palestina en México
En otra parte de su discurso, Netanyahu se queja de la extensión del Estado de Israel y aunque el territorio es pequeño los palestinos lo estamos compartiendo. Naciones Unidas otorgó a Israel 52 por ciento de la Palestina histórica y sin embargo éste fue declarado el 15 de mayo de 1948 en 78 por ciento del territorio, después de masacres ampliamente documentadas que obligaron a dos tercios del pueblo palestino a huir, dejando sus hogares y propiedades para llegar a los campos de refugiados en Cisjordania, la franja de Gaza y países vecinos. Uno de los mejor documentos sobre esta Nakba es el libro del historiador israelí Ilan Pappé La limpieza étnica de Palestina. Quisieron toda la costa del Mediterráneo y la obtuvieron, y ahora están hablando de nuevas fronteras incluyendo el río Jordán, lo que significa que el Estado palestino sería una caricatura de cantones dentro del Estado de Israel.
Netanyahu se mostró muy feliz por el hecho de que los palestino, aun bajo la ocupación, tengamos supermercados, bancos y cines, y olvidó que el pueblo palestino es un gran pueblo con una gran historia, educación y voluntad de vivir, y que ha logrado empresas aún más difíciles, y el programa del primer ministro Salam Fayyad para construir las instituciones de la Palestina independiente ha tenido lugar con el apoyo y la bendición de Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y Naciones Unidas. Esto se ha logrado con el esfuerzo de los palestinos aun cuando su economía está atada ya que, por el acuerdo de Oslo, todos los impuestos vienen a nosotros a través de Israel, que no ha dudado en cortar su flujo varias veces y por varios motivos, por no hablar de la dificultad para que una economía crezca cuando hay 650 puestos de control entre villas y ciudades y existe un muro de separación que roba un tercio adicional de la tierra palestina y los recursos hídricos. No es un regalo de los israelíes que estemos trabajando duro para establecer la infraestructura para el æstado palestino independiente.
Hace dos años, Israel encontró un nuevo obstáculo para la paz, la idea del Estado judío. Israel fue aceptado en Naciones Unidas como el Estado de Israel, ¿porqué nosotros o cualquier otro deberíamos ser más papistas que el Papa? Un Estado establecido sobre la idea de la religión definitivamente no será democrático, y eso podría ser lo que llevó al presidente Truman a tachar la palabra
judíodel documento de reconocimiento del Estado y sólo poner Israel. Un Estado judío pondría en peligro y perjudicaría a 1.5 millones de palestinos cristianos y musulmanes que son ciudadanos de Israel, y también negaría el derecho al retorno del pueblo palestino, un derecho otorgado por la resolución 194 de Naciones Unidas, que es individual y no expira con el tiempo.
Netanyahu terminó su discurso hablando de la importancia de la seguridad para Israel olvidando que la paz duradera es la paz justa, y esta no vendrá con los Merkaba, F-16 o Apache, cuyos ataques ha sufrido el pueblo palestino durante la ocupación. El discurso de Netanyahu es una declaración de guerra y no una hoja de ruta de paz, y el mundo entero –especialmente los amigos de Israel– debe poner fin a este delirio y salvar a Israel de sí mismo, en vez de ovacionarle de pie.
* Embajadora de Palestina en México
Apuntes postsovieticos
Entre la espada y la pared
Juan Pablo Duch
El
Se acabaron los tiempos en que el gobierno de Lukashenko podía sacar provecho
de la ubicación geopolítica de Bielorrusia, entre Europa y Rusia, coqueteando en
una u otra dirección, sin comprometer la soberanía del país. Ahora, por su
torpeza como gobernante y su intención de perpetuarse en el poder, Lukasenhko se
plantó sin darse cuenta entre la espada y la pared.último dictador de Europa, como suelen llamar los medios de prensa afines al Kremlin y a los centros de poder de la Unión Europea a Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia –la república eslava más pequeña en términos de territorio y población de la antigua Unión Soviética, después de Rusia y Ucrania–, llevó su país al borde de la quiebra.
Para sobrevivir, su régimen necesita varios miles de millones de dólares –cinco o seis, en lo inmediato–, con ello podría paliar la situación y evitar una crisis terminal, pero nadie quiere prestarle el dinero o, al menos, sin poner condiciones que le resultan inaceptables.
Por un lado, la Unión Europea, en lugar de facilitar los créditos del FMI y de otros organismos mundiales, impone sanciones económicas por las permanentes violaciones a los derechos humanos.
La alquimia electoral de Lukashenko y las protestas por el fraude de
diciembre anterior, para el gobernante concluyeron con juicios sumarios y
condenas desproporcionadas contra las figuras de la oposición, acusadas de
intentar desestabilizar el país.
Por otro lado, a Rusia poco importa el desaseo de los comicios en su vecino país, pero la coyuntura se presentó favorable para hacerse con el control de los gasoductos que llevan, a través de Bielorrusia, el combustible ruso hacia Europa.
Por eso, tampoco quiere prestar dinero a Bielorrusia, a menos que entregue en bandeja el último reducto de la soberanía bielorrusa, equivalente en México a poner Pemex en manos de extranjeros.
Lukashenko, como gesto a la Unión Europea, dio a entender que podría liberar a todos los presos políticos. No lo ha hecho hasta ahora, como tampoco ceder a las presiones rusas para darle el control de su sistema de gasoductos.
La factura, como siempre, ya se turnó al menos culpable: la población de Bielorrusia, que despertó hace unos días con la noticia de que el Banco Central bielorruso devaluó su moneda casi 60 por ciento en relación con el dólar de Estados Unidos.
Por otro lado, a Rusia poco importa el desaseo de los comicios en su vecino país, pero la coyuntura se presentó favorable para hacerse con el control de los gasoductos que llevan, a través de Bielorrusia, el combustible ruso hacia Europa.
Por eso, tampoco quiere prestar dinero a Bielorrusia, a menos que entregue en bandeja el último reducto de la soberanía bielorrusa, equivalente en México a poner Pemex en manos de extranjeros.
Lukashenko, como gesto a la Unión Europea, dio a entender que podría liberar a todos los presos políticos. No lo ha hecho hasta ahora, como tampoco ceder a las presiones rusas para darle el control de su sistema de gasoductos.
La factura, como siempre, ya se turnó al menos culpable: la población de Bielorrusia, que despertó hace unos días con la noticia de que el Banco Central bielorruso devaluó su moneda casi 60 por ciento en relación con el dólar de Estados Unidos.
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