*Rayuela
En respuesta a quienes demandaban diálogo para desmilitarizar al
país, el gobierno contestó con un desfile militar.
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que debes
ver…
Se unen en México a
manifestaciones españolas
A través de redes
sociales se convocó a la manifestación pacífica frente a la embajada de España
en México como muestra de solidaridad a lo que ocurre en ese país
europeo.
Protestan jóvenes en
embajada de España en México
Decenas asistentes
mostraron son apoyo a los miles de españoles que protestan en contra de
políticas económicas y laborales.
Gustavo
Leal analiza protestas en España
Gustavo
Leal, investigador de la Universidad Autónoma de México, explica para Telesur
cómo las manifestaciones en España reivindica el derecho a que la democracia que
no siga capturada por intereses fácticos, ya que no representa a la ciudadanía.
Telesur
Jóvenes españoles
exigen cambios en el sistema democrático
La
falta de empleo, las pocas expectativas en las próximas elecciones municipales
han provocado que sigan llegando miles de personas a diversas plazas españolas
exigiendo un cambio profundo en el sistema democrático el país.
Telesur
Miles de españoles
resisten en las calles
La
colaboradora de Telesur en Madrid, Hilda Salas, reporta desde la Plaza del Sol
que la jornada del sábado ha pasado tranquila, comentó que hubo presentaciones
de grupos musicales e incluso actividades para los niños. Telesur
Jóvenes mexicanos
apoyan el M-15
En
México se registraron manifestaciones de solidaridad con las protestas en España
contra la corrupción política y el modelo económico basado en la desigualdad.
Telesur
Pide
Peña Nieto a los partidos políticos respeto al
electorado
El gobernador del Estado de México estuvo de visita en Guanajuato
en un acto familiar.
La extraña
“quiebra” de Pemex
Guillermo Fabela
Quiñones
Mientras
aquí se afirma que Petróleos Mexicanos (Pemex) está en quiebra, que no es
redituable, que representa puras pérdidas, en el extranjero se tiene una opinión
diferente; por eso tanto interés de inversionistas foráneos por adquirir la
principal empresa mexicana. Desde luego, no para que el fisco siga quedándose
con el ciento por ciento de las utilidades que genera, sino para obtener las
ganancias exorbitantes que sigue produciendo, a pesar de la pésima
administración de quienes están al frente de ella. El viaje de Felipe Calderón a
Nueva York corroboró dicho interés, así como el compromiso de éste para que
durante su sexenio se cumpla el anhelado propósito de inversionistas
estadunidenses: quedarse con la paraestatal que durante 73 años ha sido
explotada de manera irracional.
Ante el
alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, Calderón se comprometió a lograr que
sea aprobada la reforma constitucional que permita la privatización de la
empresa, o cuando menos que se autorice la venta de acciones a inversionistas
privados. “Mi plan es intentar otra reforma legal para modernizar Pemex de una
manera parecida a lo que logró Petrobras hace 10 años”. Esto es imposible en las
actuales condiciones de la paraestatal mexicana, cuando los sucesivos gobiernos
casi han conseguido su objetivo de llevar a la empresa al borde de la
supervivencia, mientras que la petrolera brasileña, entonces y ahora, ha sido
una empresa bien administrada por el Estado, así que no le afectaba negociar en
condiciones favorables al país el ingreso de inversionistas extranjeros en
calidad de socios minoritarios
Esto es
impensable en el caso de Pemex, luego de casi tres décadas de saqueo absurdo,
lapso en el que se le dejó el puro cascarón, así que los compradores
pagarían una bicoca, pero por la empresa en su conjunto y todo lo que hay dentro
del subsuelo, que es lo que realmente interesa a los inversionistas. No sería
difícil que de lograrse la anhelada operación, Calderón apareciera, ya como
expresidente, como miembro del Consejo de Administración de la empresa, pero
entonces propiedad de una firma trasnacional, tal como ocurrió con Ernesto
Zedillo en el caso de la privatización de la empresa ferrocarrilera
mexicana.
Que las
consecuencias para los mexicanos serán nefastas, al cancelarse la posibilidad de
que el fisco pueda sobrevivir, eso le tiene sin cuidado a Calderón. Obviamente,
los propietarios extranjeros no pagarían más que los impuestos mínimos
correspondientes. En consecuencia, la Secretaría de Hacienda se vería obligada a
hincar el diente a profundidad a los causantes cautivos, en detrimento de
la economía en general, toda vez que habría una gran contracción del mercado
interno al reducirse la capacidad adquisitiva de los asalariados y pequeños y
medianos empresarios.
Cabe
recordar que Calderón, durante la campaña electoral, se comprometió a cuidar el
patrimonio de los mexicanos, de Pemex principalmente. Queda plenamente probado
que mintió a los electores para alcanzar la Presidencia y ponerla al servicio de
sus patrocinadores. Por eso no quitará el dedo del renglón, tal como lo
prometió en conferencia de prensa en Nueva York, al puntualizar que buscará la
manera de cambiar la percepción que tiene la gente acerca de la pretendida
modernización de Pemex. “En cuanto mantengamos esta estrategia para cambiar la
percepción pública del problema, creo que tendremos éxito”.
Por lo
pronto, sin necesidad de reformas legales, la privatización de la principal
empresa mexicana sigue su marcha gracias a los resquicios leguleyos como los
llamados contratos incentivados –los Proyectos de Infraestructura Productiva de
Largo Plazo–, las licitaciones de obras que, según funcionarios de Pemex, “la
empresa no tiene capacidad financiera para llevar a cabo”. ¿Cómo podría tenerla
si el gobierno federal se queda con el ciento por ciento de sus utilidades,
sumamente cuantiosas todavía, como lo indican sus ganancias del año pasado, que
ascendieron a 650 mil millones de pesos, según la propia Secretaría de
Hacienda?
Cabe
concluir que Calderón en realidad fue a Nueva York a negociar el otorgamiento de
contratos, como los que acaba de recibir la empresa estadunidense McDermott
International, para construir tres ductos marinos en Campeche. Porque a final de
cuentas, más que jefe del Ejecutivo mexicano, se ha distinguido por ser un
eficiente abogado de intereses privados, incluso más que su antecesor, lo que ya
es mucho decir. Convirtió a Los Pinos en una empresa corredora de grandes
ofertas para firmas trasnacionales. De ahí el trato que recibió en una reunión
con líderes comunitarios de origen mexicano, quienes no tuvieron empacho en
decirle la verdad. Una dirigente le espetó: “No le doy la bienvenida, porque ya
van de salida usted y todo su gabinete”.
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