American Curios
Llorar o reír
David Brooks
LO QUE PASA EN LAS VEGAS... El presidente Barack Obama (al centro) ayer con el grupo Maná, durante un acto de campaña en la preparatoria Desert Pines, en Las Vegas. El demócrata se prepara en Nevada para el debate con el republicano Mitt Romney el próximo miércoles en Denver
Foto Reuters
La tragicomedia cotidiana en Estados Unidos se manifiesta en varios actos:
En la esquina de Broadway y Bleecker hay un hombre con un carrito que promueve una nueva marca de alimentos para perros regalando paquetes de lo que, promete, es una fórmula muy nutritiva. Justo frente a él, sobre la misma banqueta, está un hombre sentado sin expresión en el rostro con un cartón sobre el cual ha escrito:
Veterano de Afganistán; toda contribución de dinero o alimento será agradecida. Ni uno ni otro se miran cuando pasa el torrente de turistas, modelos, empleados de servicios de paquetería, estudiantes y más.
¿Cuáles son los actos públicos más vistos del país en medio de un año electoral? ¿Las convenciones, los debates presidenciales, los noticieros, los programas de análisis político? La noticia más importante de estos últimos días, y el debate más intenso durante semanas ha sido la resolución de la disputa laboral, no de las decenas de miles de maestros en Chicago, ni la ofensiva contra sindicatos del sector público a escala nacional, sino entre los árbitros y los dueños de la Liga Nacional de Futbol (americano). Fue La Noticia nacional esta semana, cuando se anunció un nuevo acuerdo para un contrato colectivo, y con ello el retorno de los árbitros y el fin de la ineptitud de sus esquiroles. Hasta el gobernador más antisindical, Scott Walker, de Wisconsin, estaba del lado del sindicato para acabar con la comedia de los esquiroles. Y es que se trata de algo sagrado. El año pasado, nueve de los 10 programas de mayor público televidente fueron partidos de futbol americano.
El futbol es la pasión nacional, el gran espectáculo público de Estados Unidos del siglo XXI, escribe Nicholas Dawidoff en The New Yorker.
La semana contra la censura de libros arranca esta semana en el país, cuyo presidente acaba de declarar ante el foro mundial de la ONU que el derecho universal más sagrado es la libertad de expresión. Según la Asociación Bibliotecaria de Estados Unidos (ALA, por sus siglas en inglés), más de 11 mil 300 libros han sido objeto de intento de censura desde 1982 (algunos han sido remtirados de bibliotecas, escuelas y librerías, pero la mayoría son sólo sujetos de
retosde comunidades u oficiales que buscan su censura). En 2011 se registraron 326
retos, pero ALA considera que más de 70 por ciento de estos intentos no se dan a conocer. En 2011, entre los libros más rentados en diversas localidades o estados estaban Un mundo feliz, de Aldous Huxley; Los juegos del hambre, de Suzanne Collins (que se convirtió en película este año), y un libro del famoso autor indígena Sherman Alexie. En años anteriores estaban en esta lista un examen de la pobreza y explotación laboral por Bárbara Ehrenreich; El color púrpura, de Alice Walker; el clásico Catcher in the Rye, de JD Salinger; Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain; Of Mice and Men, de John Steinbeck, y Beloved, de la premio Nobel de Literatura Toni Morrison. Las justificaciones casi siempre son por escenas sexuales o personajes desnudos, aunque otros son por lenguaje inaceptable (mayor información bannedbooksweek.org/).
Estados Unidos en pleno siglo XXI:
La elección decidirá los métodos de interrogación en casos de terrorismo en el futuro, afirmó la cabeza de la nota en el New York Times, la cual informa que en esta elección, entre otras cosas, se determinará si Estados Unidos empleará o no la tortura en el futuro.
Uno de cada cinco fallecimientos de soldados estadunidenses es por suicidio, según cálculos de la revista Harper’s.
Un general brigadier del ejército que cumplió cuatro giras de combate en Irak y Afganistán ha sido acusado de sodomía forzada, adulterio, tener material pornográfico y mantener relaciones
inapropiadascon varias de sus subordinadas, informaron oficiales del ejército a la agencia Ap.
Cuando su jefe de policía renunció, el pueblo de Vaughn, en Nuevo México, se quedó sólo con un integrante oficial de su fuerza de seguridad pública: Nikka, el perro antinarcóticos. El jefe de policía Ernest Armijo decidió retirarse del cargo al hacerse público que no podía portar un arma de fuego por tener antecedentes penales, reportó Ap.
Los 400 individuos más ricos del país tienen fortunas superiores a mil millones de dólares (el más rico, Bill Gates, tiene como 66 mil millones). Un familia promedio estadunidense tardaría más de 20 mil años en gastar mil millones. Pero los ricos también tienen problemas: el Daily Show descubrió que hay sicólogos especializados en atender los problemas de los más ricos, incluyendo tratamiento para algo llamado
síndrome de riqueza repentina.
Tal vez no son los
terroristaslos que representan el mayor riesgo a los aviones comerciales, sino ciudadanos estadunidenses que, con leyes que permiten portar armas ocultas en universidades, bares y hasta iglesias en varios estados del país, ya se les hace tan común y tan fácil, que se les olvida que las tienen. La Administración de Seguridad de Transporte (TSA), agencia federal encargada de la seguridad en los aeropuertos, reporta que este año hasta la fecha han encontrado mil 105 armas de fuego (el año pasado el total fue de mil 320). La gran mayoría, dice, son de personas con licencias para tenerlas, a las que simplemente se les olvidó al pasar por seguridad.
Los dueños de armas deberían saber dónde las tienen, para nuestra seguridad y la de aquellos con quienes vivimos y los que están a nuestro alrededor. Yo siempre sé dónde está la mía. Es algo bastante básico. Las armas son peligrosas, comentó Nico Meléndez, oficial de TSA, al New York Times.
Pan (y falta de), circo, libertad condicional de expresión y libros peligrosos, tortura, traumas entre guerreros, seguridad pública canija, ricos con problemas personales y armas por todas partes. Risa loca y lágrimas de desolación en Estados Unidos.
El acelerado deshielo del Ártico
Iván Restrepo
Reconocidos científicos llevan todo lo que va del nuevo milenio denunciando el acelerado deshielo que se registra en el Ártico. Lo atribuyen fundamentalmente al cambio climático. Desde hace por lo menos 15 millones de años esa parte del planeta tiene una cubierta de hielo que prácticamente no se altera durante el invierno y en cambio disminuye en verano. Pero los últimos tres lustros esa cobertura registra una notable reducción, al grado que el deshielo llegará a ser completo en verano. Este hecho lo calificó en 2009 de
Ahora es Peter Wadhams, profesor en la Universidad de Cambridge y reconocido experto en capas polares, quien se muestra todavía más pesimista que la noruega y sus colegas de Acex, al sostener que el hielo del Ártico puede desaparecer completamente en verano en tres o cuatro años más. Alerta a la opinión pública sobre este hecho y critica duramente a los gobiernos por no hacer lo necesario para detener lo que califica de un extremadamente dramático, la investigadora noruega Nalan Koc, integrante del programa internacional Acex, dedicado a reconstruir la historia del Ártico durante los últimos 50 millones de años. Acex y otros programas internacionales proporcionan valiosa información científica destinada a establecer con mayor precisión el papel de los gases de efecto invernadero en la transición entre periodos fríos y templados del planeta. Además, la magnitud, velocidad y localización de las variaciones en el nivel del mar y todo lo relativo a la vida que existe en el agua más profunda y fría.
inminente desastre globaldebido al cambio climático. En varias ocasiones, el reconocido estudioso ha acertado en sus predicciones. Al anunciar, por ejemplo, la reducción de la superficie que el hielo ocupa en el Polo Norte (de 4 millones de kilómetros cuadrados en 2007 a menos de 3.5 ahora) y el resquebrajamiento de la capa de hielo que lo cubre. Comprobó también que, por la elevación de las temperaturas, se forma menos hielo en el invierno y se derrite con facilidad al llegar el verano.
No parece estar muy equivocado hoy Wadhams, pues hace dos semanas esa región registró su mínima extensión con hielo de acuerdo con las estadísticas que existen desde que en 1979 comenzaron las mediciones con satélites. En apenas cinco años (entre 2007 y 2012) el Ártico ya no tuvo en verano otros 700 mil kilómetros cuadrados de hielo, los cuales se sumaron a los perdidos con anterioridad.
Mas no todos los expertos comparten el pesimismo del británico, aunque reconocen que hay menos superficie cubierta de blanco intenso y ha disminuido el llamado
hielo plurianual, el que por no derretirse en verano va acumulando capas que resisten mucho más las condiciones climáticas extremas. Para varios científicos de Estados Unidos, la pérdida total de hielo en el verano ártico tardará décadas aun con esas condiciones adversas y si aumenta la temperatura global por el uso irracional de combustibles fósiles, la deforestación y las malas prácticas agropecuarias.
En lo que coinciden todos los científicos es en que el deshielo permitirá, entre otras cosas, la navegación por esa parte del planeta, facilitando una serie de actividades que causarán graves daños. Especialmente los trabajos de exploración, extracción y transporte de la enorme riqueza que allí existe hacia los centros urbanos y de producción.
El techo del mundo está desde hace décadas en la mira de las compañías trasnacionales petroleras, mineras y de gas, ninguna de ellas con buena fama por cuidar el medio ambiente y procurar el desarrollo sostenible. Y ya llegaron los chinos en busca de hierro, oro y aluminio. Otro problema es que todas esas actividades contribuirán en mayor medida al calentamiento del agua y a la aceleración del cambio climático, con el derretimiento del subsuelo helado y la liberación de grandes cantidades de metano. Y, por supuesto, alterará radicalmente la vida de quienes allí viven, de la fauna y la flora. Sus efectos se dejarán sentir en el resto del planeta. En pocas palabras, la rapidez del deshielo en el Polo Norte supera todas las previsiones y es una noticia nada buena para la humanidad en su conjunto.
Otra forma de llegar
Arturo Balderas Rodríguez
A días del primer debate entre los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, pareciera que las aguas se han calmado en el cuartel de campaña del presidente Barack Obama. Por fin ha logrado establecer una diferencia favorable en las encuestas de opinión entre él y Mitt Romney, su contrincante republicano. De acuerdo con los analistas políticos, las razones últimas de esa diferencia no han sido los aciertos de Obama, sino los yerros de Romney. Entre los temas del debate seguramente habrá un espacio para hablar sobre la protección del medio ambiente.
A partir de una acción concertada con los miembros de la asamblea que gobierna la ciudad se ha logrado el diseño de una política de protección a quienes utilizan las bicicletas, no sólo como medio recreativo, sino como un sustituto del automóvil. Dicha política se ha concretado en la creación de un sinnúmero de carriles especiales para las bicicletas en las principales calles y avenidas de la ciudad. A la fecha suman más de 100 kilómetros de vías preferentes. El resultado es que actualmente más de 5 por ciento de los viajes que se hacen en la ciudad se realizan en bicicleta. Es saludable descubrir que en diversas ciudades del país e incluso de otras naciones se han dado a la tarea de replicar la experiencia de Critical Mass.
Entrevistado en la radio, uno de sus organizadores insistió que por razones evidentes no se pretende sustituir al automóvil, sino crear conciencia sobre su uso más racional, con la finalidad expresa de proteger el medio ambiente. Seria deseable, agregó, que los candidatos a gobernarnos expresaran la forma en que piensan proteger el medio ambiente y las medidas concretas para ello.
En algunos barrios de las ciudades de México muchos jóvenes, y otros no tanto, usan la bicicleta como medio de transporte habitual. Tal vez no sea mucho pedir que las autoridades también instrumentaran una política para protegerlos de los miles de atrabiliarios automovilistas que les hacen la vida imposible.
Tal vez algunos lectores recuerden el tiempo en que decenas de ciclistas recorrían la ciudad haciendo malabares con pilas de periódicos o enormes canastos llenos de pan para entregarlos a los consumidores. Ah, que tiempos aquellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario