Video anti-islamista: Distractor de la Primavera Árabe
Libia. Protestas contra película sacrílega.
Foto: AP
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MÉXICO, D.F.(apro).- El caso del polémico video La inocencia de los
musulmanes muestra la hipocresía tanto de líderes de Oriente como de Occidente,
y distrae la atención pública de eventos históricos relacionados con la
Primavera Árabe, dicen expertos de los países de Oriente Medio.
“El video apuntaba a la provocación”, dice Farid Hafez, experto musulmán en
Ciencia Política de la Universidad de Vienna. “La traducción al árabe tuvo ese
objetivo”, aclara.
Entrevistado por Apro, Hafez dice que muchos medios de comunicación
—especialmente los estadunidenses, como Fox— usaron una visión simplista y
revolvieron las imágenes de las protestas populares con las de los ataques
organizados a las sedes diplomáticas estadunidenses en Egipto, Túnez y Libia. En
este último caso, los ataques causaron la muerte del embajador estadunidense en
Libia, Chris Stevens.
“El cruel asesinato del diplomático estadunidense fue algo organizado, como
declaró el Departamento de Estado. No tiene sentido que los medios lo pongan
todo junto”, comenta Hafez.
Y habla sobre el aspecto olvidado de estas movilizaciones: “Las protestas nos
muestran que muchos musulmanes alrededor del mundo se sienten humillados sobre
su religión, pero también muestran su enojo sobre su status social y
económico”.
Además, está el factor de la manipulación del video y su divulgación. El
famoso columnista iraní Hamid Dabashi publicó el 20 de septiembre en el sitio de
la televisora Al Jazeera un artículo titulado Más allá de insultar al profeta:
Definiendo las hipocresías del Este y Oeste. En el texto, Dabashi escribe que el
líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, convocó a las protestas contra el filme
con un fin político.
“El fin es desviar la atención de las atrocidades criminales del régimen
gobernante en Siria (donde el 26 de septiembre más de 200 civiles fueron
asesinados) y por extensión de Irán, los principales patrocinadores de
Nasrallah”, señaló Dabashi.
Casi dos años después del comienzo de las primaveras árabes, la efervescencia
social continúa en Pakistán, Bahrein, Siria, Irán, Arabia Saudita y Palestina.
En todos estos países las protestas se reprodujeron a causa del video.
El 22 de septiembre, el ministro de Transporte Ferroviario de Pakistán,
Ghulam Ahmad Bilour, prometió 100 mil dólares como recompensa por matar al
director del video. Y exhortó a Al Qaeda y a los talibanes a ejecutar la
sentencia. Todo esto, justo cuando gana fuerza el gran movimiento de oposición
liderado por el antiguo jugador de criquet Imran Khan.
“Muchos líderes promovieron las protestas e indujeron a su gente para ganar
apoyo”, denuncia Hafez.
Video misterioso
La nota de Al Jazeera titulada “Filme anti-islámico: ¿qué sabemos?”,
difundida el 13 de septiembre, revela que el autor del video, quien dice
llamarse Sam Bacile, afirmó que recibió dinero de donadores judíos.
Nadie en los estudios de filmación de California, donde supuestamente se rodó
y fue presentada la película en 2011, conoce a alguien con el nombre de Sam
Bacile. La Comisión de Cine de California dice no haber dado licencia a nadie
con ese nombre. Y no existe registro de él en el famoso sitio de Internet Movie
Data Base (IMDB). La comunidad judía también desmintió el dicho.
El 13 de septiembre, funcionarios estadunidenses confirmaron que Bacile se
llamaba realmente Nakoula Basseley Nakoula, un egipcio copto residente en Los
Ángeles, quien tenía un “rol central” en la realización del video, de acuerdo
con la cadena árabe.
Otro copto, Morris Sadek, cabeza de la Asamblea Nacional Copto Americana, al
igual que el pastor Terry Jones, quien en 2011 provocó una controversia al
quemar una copia del Corán, se han encargado de promover el video.
“El video fuera creado por fundamentalistas del lado Evangélico y Copto (en
Estados Unidos)”, afirma Hafez, quien comenta que el filme es insultante para la
comunidad musulmana, pues muestra al profeta Mahoma de modo repugnante. Señala
además que en el Islam tradicional ni el profeta, ni Jesús o Moisés, son
retratados de forma física.
Deepa Kumar, experta en Estudios Mediáticos y del Medio Oriente, polémica por
sus textos de izquierda contra la islamofobia, publicó el 15 de septiembre en su
blog un texto llamado Protestas Anti-Estadunidenses: Diseccionando la propaganda
mediática.
El texto esboza tres puntos que los medios de comunicación no toman en
cuenta: Primero, se centra en la violencia y no en la raíz de la protesta.
Segundo, el hecho de llamar “mundo musulmán” pone el lente sobre la religión y
no sobre el lado político del problema. Y tercero, el retrato hecho de los
musulmanes habla del racismo y la segregación con la que, dice la experta,
Estados Unidos ha tratado a la gente de países con mayoría musulmana.
Y escribe refiriéndose a los cargamentos de gas lacrimógeno y balas de goma
que Estados Unidos enviaba al gobierno militar de Egipto en 2011: “Miles que han
salido a manifestarse contra las embajadas de Estados Unidos en la región
expresan su frustración contra el papel que ese país ha jugado promoviendo
fuerzas contrarrevolucionarias”.
De vuelta a la Primavera Árabe
Hamid Dabashi termina su artículo Más allá de insultar al profeta: Definiendo
las hipocresías del Este y Oeste diciendo que la enorme difusión de este video,
al que califica de “grosera banalidad”, es un claro indicador de que los
gobiernos y centros de poder que se ven derrotados con la Primavera Árabe se
están quedando sin recursos.
“Se han quedado sin estratagemas para distraer a la gente del real curso de
la Historia que los ha dejado atrás”, escribe.
Hafez destaca que, paradójicamente, los gobiernos anteriores, durante la
crisis de las caricaturas danesas (septiembre de 2005), protestaron no sólo
contra las caricaturas sino contra países enteros, y ahora los gobiernos
musulmanes derivados de la Primavera Árabe hablan claramente en contra de la
violencia y a favor de las protestas por la democracia.
“Me hace sentido que los musulmanes se incorporen a la pelea por más equidad,
justicia y libertad”, dice Hafez, y dice que no tiene sentido protestar contra
un tipo de video del que se pueden derivar miles.
“Creo que la situación está totalmente sobrestimada. Lo que puedan hacer los
musulmanes es ignorar y tratar de hacer un mejor retrato de Mahoma de una forma
creativa”.
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