Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

domingo, 6 de enero de 2013

ELDESPERTAR- «MUCHO»- Pedro Ojeda Paullada-

El Despertar
El gobernador Arturo Núñez
José Agustín Ortiz Pinchetti
Es infrecuente darle la bienvenida a un nuevo gobernador. La mayoría alcanza el poder gracias a una maniobra de la partidocracia. Unos pocos tienen un sólido respaldo popular y poquísimos rinden buenas cuentas. Creo que Arturo Núñez llega a la gubernatura de Tabasco con viento favorable y con un optimista pronóstico de su gestión. Hay varias razones:
 
1. Trayectoria. Ha recorrido prácticamente todas las áreas de la administración pública con desempeño sobresaliente y honradez impecable. Fue un priísta leal al Estado. No se ha dejado abrumar por la solemnidad de los usos y costumbres políticos, maneja y disfruta el sentido del humor. En forma clara y digna se traslado a las filas de la oposición y al PRD y cumplió su sueño juvenil de competir y ganar por la gubernatura de su Estado natal.

2. Lealtad. Al asumir su cargo reunió un conjunto impresionante de personajes que representaban la pluralidad política de México. Expresó su gratitud a todos sus jefes y a sus compañeros destacados de su etapa priísta. Reconoció, con profunda gratitud, el apoyo de AMLO a su candidatura y su triunfo, lo que le valió una ovación mayor. Este reconocimiento contrastó con la ingratitud de muchos”aliados” de AMLO, quienes a pesar de deberle sus triunfos se apresuraron a deslindarse de su liderazgo. Creo que la gratitud acompaña a la lealtad y que es característica suprema en los buenos políticos.
 
3. Retórica insólita. Núñez prometió perseguir y encarcelar a quienes robaron y endeudaron indebidamente al Estado. No sólo se comprometió a perseguir los delitos sino a desmantelar a los grupos de presión y a la red de intereses generados en 83 años en el gobierno de Tabasco. Si lo logra, movería las conciencias y establecería un precedente imposible de ignorar para los demás gobiernos locales y el federal. Sería una gran contribución a la democracia mexicana que esta erosionada por la corrupción y la impunidad.
 
4. Desafíos. El gobernador Núñez tendrá que impulsar muy complejo proyecto de recuperación de Tabasco que perdió en décadas recientes el lugar relevante que tenía para estar hoy en un momento crítico con su aparato económico gravemente dañado, con una población cada vez más empobrecida y desigual, agraviada y ferozmente irritada. Será una tarea muy difícil salir de la pesadilla. La nación entera observará con gran esperanza al gobierno del cambio en Tabasco.
MUCHO
Ángeles González Gamio
Hoy, día de los Santos Reyes, pocas personas dejarán de partir una rosca, que desde luego van a sopear en un rico chocolate espumoso. Ese suculento brebaje es una aportación de México al mundo. Su aprovechamiento como alimento se calcula alrededor del año 200 dC; se han detectado restos de cacao en vasijas olmecas de esa época. Llegó a tener una enorme importancia en todo Mesoamérica en donde se le dotó de un profundo simbolismo. El cacao se consideraba, junto con el maíz, uno de los dones que los dioses dieron al hombre. Ese producto que da tanto placer a todos los sentidos y que ahora se sabe que tomado con moderación es muy benéfico para la salud, tanto del cuerpo como del alma, ya tiene su museo: MUCHO, Mundo Chocolate.
 
El original museo ocupa una preciosa casona de 1909, situada en la calle de Milán esquina Roma, en la colonia Juárez. Es una institución privada que busca enaltecer la aportación mexicana del chocolate al mundo, promover manifestaciones artísticas, culturales y gastronómicas en torno de este tema, y comunicar su importancia histórica al público.

Su fachada y su interior están cuidadosamente restaurados, y contribuyen a rescatar valores históricos de la ciudad de México, haciendo un maridaje muy efectivo entre tradición, modernidad y la difusión de un producto tan netamente mexicano como el Xocolatl.

Recorrer sus nueve salas en la planta alta, y los seis salones de planta baja, lo llevan a un universo donde la vista, el gusto, el olor y el tacto vuelven a ser los principales actores de la experiencia. Se ha logrado una armoniosa combinación de muestras tradicionales con valiosas expresiones de arte contemporáneo.

Una muestra de ello es el lindo patio que da la bienvenida al museo, con la intervención del artista mexicano Raymundo Sesma, que consiste en un impresionante mural donado por Comex. Sobre el tema del chocolate y el cacao muestran propuestas talentosos artistas visuales mexicanos y extranjeros. Estas conviven con la colección de MUCHO que contiene valiosas piezas europeas y mexicanas de los siglos XVII al XX, relacionadas con el cacao y el chocolate, junto con piezas únicas de colecciones particulares.
 
En el recorrido se conocen aspectos del cultivo del cacao, con objetos aportados por la Hacienda de la Luz, de Comalcalco, Tabasco, y piezas antiguas y contemporáneas de distintos países productores de cacao. Una sala muestra grabados originales de los siglos XVII al XIX, anuncios publicitarios de importantes diseñadores gráficos del siglo XX, y una maqueta del proceso contemporáneo, donada por Buhler México.
 
Dos momentos estelares son la visita al alucinante Cuarto de Chocolate y la gran torta de cacao. Otra sorpresa son las esculturas de chocolate con temas mexicanos, elaboradas por destacados cheffs como Oswaldo Tapia y Víctor Rivera
 
Arquitectura del chocolate, es una nueva propuesta con la cual el MUCHO ha creado edificios de chocolate, construídos en la academia que aquí funciona, con la técnica y el talento de arquitectos, maestros albañiles y chefs, cada uno sumando su habilidad a la pieza.
 
La Galería del chocolate es un salón elegante y amplio, en donde se realizan actividades académicas, gastronómicas y sociales, como simposios, presentaciones de libros, conciertos, catas de chocolate, que muestra en los muros obras de arte sobre el tema.
 
Y como tiene que haber en todo buen museo, MUCHO tiene una deliciosa tienda con todo tipo de chocolates y productos de diseño, y una chocolatería donde se pueden saborear platillos y bebidas a base de cacao.
 
Para los grupos de niños, jóvenes y adultos, el museo ofrece visitas guiadas, que combinan una amplia gama de temas en torno del chocolate y el cacao, y culminan con una cata de chocolate y talleres de actividades relacionados con el tema. Es una visita sabrosa en todos los sentidos que no hay que perderse.
Pedro Ojeda Paullada
Néstor de Buen
Me enteré del fallecimiento del licenciado Ojeda Paullada en plenas vacaciones en Acapuldo. Mi hija Claudia me informó que lo había oído en la radio. No pudo darme ninguna otra información complementaria.
 
Me impactó la noticia. Ello se debió, sin la menor duda, al hecho de que Pedro y yo teníamos clase en la Facultad de Derecho de la UNAM los mismos días, martes y jueves, y probablemente a la misma hora, de 10 a 11, lo que provocó encuentros frecuentes y muy cordiales.

A Pedro lo conocí cuando era procurador general de la República y le pedí una cita para que viera con interés la situación de un amigo. Mi gestión no derivaba en absoluto de mi actividad profesional ya que nunca me he dedicado al derecho penal, a pesar de que en la carrera tuve excelentes maestros de la materia que me hicieron interesarme por esa disciplina. Pero la conciencia de la corrupción más que frecuente en ese medio y el miedo a que por un error formal pudiese poner en riesgo la libertad de un cliente me alejaron de los asuntos penales. Pero en el caso se trataba de un amigo muy cercano y pedí la cita que me fue concedida de inmediato.

Sin embargo, el hecho de que Pedro haya sido secretario del Trabajo y Previsión Social me mantuvo en cierta relación, que se hizo más notable cuando provocó una reforma de la Ley Federal del Trabajo que encargó a un jurista joven y brillante: Jorge Trueba Barrera, hijo del maestro Alberto Trueba Urbina.

Tuve oportunidad de conocer pronto su proyecto y aquí mismo hice más de un comentario, muchas veces crítico, pero siempre cordial. Además, Jorge tenía un trabajo en el IMSS donde yo laboraba y más que frecuentemente nos encontrábamos para discutir sobre su proyecto.

El proyecto se convirtió en ley en 1980 y vino a colmar una laguna evidente de la ley anterior, de 1970, obra de Mario de la Cueva, en virtud de que reguló lo que aquella había omitido, que era exactamente el aspecto procesal. Fue notable la aportación de Jorge Trueba, que podría identificarse con la referencia a una institución fundamental como es la carga de la prueba que las maniobras de los abogados patronales dejaba en manos de los trabajadores, casi siempre carentes de medios para acreditar, en primer lugar, la existencia de la relación de trabajo y, en segundo, sus condiciones.
 
Ello se debía a que una estrategia constante de los empleadores era negar la existencia de la relación laboral, que habitualmente el trabajador no podía comprobar documentalmente, o aceptándola, discutir sus condiciones: antigüedad, categoría, salario, despido y muchas otras cosas, lo que ponía a los trabajadores en situaciones procesales muy incómodas. A lo que se solía agregar lo precario de las pruebas testimoniales, recurso último para tratar de probar el despido y las condiciones de trabajo.
 
Así se incorporó a la ley el artículo 784, que desde entonces es una pesadilla para los empresarios ya que se debe tener por cierto lo que afirma el trabajador en su demanda respecto de su fecha de ingreso a la empresa, antigüedad, condiciones de trabajo, duración de la jornada, pago de los días de descanso y obligatorios, disfrute y pago de vacaciones, pago de las primas dominicales, vacacional y de antigüedad, monto y pago del salario y pago de la participación del trabajador en las utilidades de la empresa.
 
Es obvio que el sistema tradicional seguido por los empresarios de no poner por escrito ninguna de las condiciones de trabajo o el cumplimiento de las mismas, había llegado a su fin.
 
Es interesante anotar que en la nueva ley se mantiene, en general, la misma disposición, agregándose la incorporación y aportaciones al IMSS, al Fondo Nacional de la Vivienda y al Sistema de Ahorro para el Retiro, lo que habría que subrayar en favor de la reforma que tantas cosas negativas tiene.
 
Sin la menor duda, el mérito de la reforma de 1970 se debe a Pedro Ojeda Paullada, al menos por la decisión de ponerla en manos de Jorge Trueba Barrera, quien lamentablemente murió muy joven.
 
Me dolió el fallecimiento del licenciado Ojeda Paullada. Fue un político vertical, de enorme experiencia, que siempre generó una enorme confianza. Tenía buen sentido del humor. Nuestros breves encuentros en la facultad siempre me resultaron enormemente gratos. Entre otras cosas porque Pedro no presumía de su notable currículo y era uno más en las charlas informales entre maestros.
 
 

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