CRÓNICA: Noche en la sede de Pemex; lo que se dice y se escucha entre la gente va más allá de las declaraciones oficiales
Por: Sergio Rincón - febrero 1 de 2013 - 2:17
Destacadas, México, TIEMPO REAL, Último minuto - 2 comentarios
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Ciudad de México, 1 de feb (SinEmbargo).– “Se ladeó la Torre”, dijo –a las 22:20 horas del jueves– un trabajador de Petróleos Mexicanos (Pemex) que estaba cerca. Declaró, en entrevista para Milenio, que las personas que entonces realizaban las labores de rescate fueron evacuadas.
Lo de la alarma es verdad: elementos del cuerpo de bomberos informan que por temor ante un colapso fueron evacuadas alrededor de mil 200 personas que realizaban los servicios de rescate y retiro de escombros. Sin embargo, no se trata de la Torre, lo que tronaba, explican brigadistas, eran las paredes del Edificio B2.
Las hélices de dos helicópteros cortan el cielo. El ruido no deja de sonar en el barrio de Anzures, ubicado al poniente de la capital mexicana. Las aeronaves van y vienen, a ratos se visualizan estáticas. El frío aún no quema la piel, se puede decir que ni siquiera hay un clima helado. Decenas de granaderos impiden el paso a las calles de acceso a los inmuebles de la sede de Petróleos Mexicanos. Hay un olor extraño en el aire parecido a la levadura del pan cuando éste se encuentra a punto de salir del horno; podría ser el hedor que proviene de las jaulas de los perros de rescate; o los vapores de alguna fábrica cercana.
En la calle, la gente camina con lentitud. Muchos son colonos que siguen sin poder dormir. Algunas personas hablan con los policías, con otro vecinos o con los reporteros. Expresan sus dudas, suposiciones, temores, hipótesis…, en pocas palabras, dan a conocer su testimonio.
Justo en la intersección de la calle Bahía de Santa Bárbara y Bahía de Ballenas, Leonardo Vargas, un señor que parce mayor de 50 años detalla que escuchó tronidos, fuertes tronidos que venían del Edificio B2 y por eso salió a la calle para investigar.
– ¿Usted cree que fue un atentado? –Cuestiona al reportero–.
– No lo sé. Es un supuesto por ahora.
– ¿Y si no nos quieren decir?
– Eso se sabe tarde o temprano. ¿Tiene usted miedo?
– No. Pero mire (señala a dos elementos de la policía capitalina), traen metralletas. Eso me hace pensar que esto es más grave de lo que parece.
No sólo son dos los elementos de la Policía de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) que tienen armas, al menos 10 uniformados más llevan en sus manos fusiles de alto calibre. Suben y bajan de un camión con placas A3-019, e impiden ser fotografiados. “¡Shif! ¿Para qué?”, dice uno.
En la calle Bahía de Chachalacas los reporteros se juntan, esperan noticias frescas; algo, lo que sea. “Ya va a hablar Osorio Chong”, grita un camarógrafo a los colegas minutos antes de las cero horas.
Frente a ellos pasa una señora y una joven. Se trata de una madre que escolta a su hija desde la calle Bahía de Todos los Santos, luego de que un taxi la dejará en ese lugar. Pudo haber llegado del trabajo o de la escuela, no se sabe, no quieren dar ninguna declaración. Entre cuchicheos hablan del “bombazo” en Pemex.
En la esquina de Bahía de Chachalacas con Marina Nacional varias personas se amotinan en un puesto de dulces. Todos centran su atención en un televisor de 22 pulgadas, en él, una transmisión del mensaje en vivo del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Murieron 25 personas, dice: 17 mujeres y 8 hombres. Hay 101 heridos, de los cuales 46 están en atención médica. El resto fue dado de alta.
“Se siguen todas las líneas de investigación”, explica a la prensa que en ese momento lo cuestionaba en la calle de Bahía de Ballenas.
Por lo mientras, aquí, policías federales, reporteros y transeúntes le escuchan decir en vivo para Foro TV: “En este momento, es prioridad atender a las víctimas y a sus familiares. No contamos con información que nos permita precisar si hay personas todavía con esa condición [atrapadas]. Hace apenas un par de horas se rescató a una persona con vida, por lo que no escatimaremos esfuerzos para corroborarlo”.
Algo más sucede en el cruce de Marina Nacional y Bahía de Banderas: cerca de un grupo de 45 marinos salen del cerco instalado en ese punto. Todos tienen armas largas, chalecos y cascos. A su salida, un contingente de policías federales alinean su formación y con paso redoblado ingresan al Edificio B2. “Es el cambio de guardia”, comenta un elemento del Ejército mexicano del Plan DN–III–E.
En un intento por entrar a la sede de Petróleos Mexicanos (Pemex), un comandante de la Policía Federal señala que es imposible: “los peritos están trabajado. Si quieres ver los cuerpos, ya se los llevaron a Azcapotzalco. Aquí ya no hay nada”.
Los vecinos siguen circulando sobre Marina Nacional; muchos pasean perros, otros circulan en bicicleta y algunas más a pie. Todos miran con curiosidad las instalaciones que están detrás de la estatua del ex Presidente Lázaro Cárdenas.
La explosión –como los han manejado la autoridades–, afectó los primeros dos pisos del inmueble. Muchos vidrios, fierros y muebles siguen suspendidos aferrados a lo que queda de la estructura del recinto. Parece que todo pende de un hilo. Las ventanas están rotas pero los pedazos están sujetos a una especie de película ahumada que los mantiene pegados.
Desde las rejas se puede ver que los peritos siguen recolectado evidencia, usan batas blancas, guantes, cascos y cubre bocas. Diversos reflectores alumbran el perímetro. Casi todo el mundo ahí adentro está utilizando su celular o radio. Como si estuvieran reportando cada paso de la investigación. Pero es imposible saber de lo que hablan.
Hay un nuevo suceso: los helicópteros se alejan; no se vuelven a escuchar. Es sólo quiere decir que el titular de la Segob ha partido. Y así es, confirman elementos de la Policía Federal. Pero el silencio es interrumpido por el rugido de unas motocicletas: son los Topos que llegan para reanudar sus actividades de búsqueda y rescate.
Es casi la una de la mañana, por fin el cerco ha terminado. La calle de Bahía de Balderas está libre para todos. A lo largo de ese camino, diversos carros con maquinaria comienzan a salir con dirección a Marina Nacional. Hay también camiones militares estacionados donde algunos soldados permanecen recostados.
Al final de Bahía de Balderas hay un estacionamiento y comienza una nueva ruta.
–Disculpe ¿cómo se llama esta calle? –pregunta el reportero–.
–Pregúntale a ése (señala el militar a su compañero), él fue quien puso la bomba.
– Es Bahía del Espíritu Santo. Pero yo no puse nada, fue aquel (hace un gesto con el rostro para regresar la broma a su similar).
En Bahía del Espíritu Santo se pueden observar los escombros, cientos o miles de escombros. Hay más gente trabajando con cubre bocas. Todos entran por la puerta 15. Hay personas que portan picos y palas, hablan de un posible atentado, pero sólo son conjeturas. Hasta el momento no ha bajado de un helicóptero un Osorio Chong para confirmar lo que se dice y se escucha en la zona del incidente; todo sigue siendo una “línea de investigación”.
El ruido es casi nulo a la 1:35 horas. Hasta el momento no ha habido ningún tronido que salga de los edificios de la Torre. Durante el recorrido por las cuatro calles que rodean la zona de desastre ya casi no se ven caminar a personas. Quizá la gente ya duerme. Quizá no: la explosión originada en el sótano del edificio B2 del centro administrativo de Petróleos Mexicanos (Pemex), y que cobró la vida de al menos 25 personas, dejó una marca difícil de borrar para los habitantes de la colonia Verónica Anzures y de la Ciudad de México.
La explosión de la Torre de Pemex en VIDEOS subidos a YouTube por medios y testigos
Por: Redacción / Sinembargo - enero 31 de 2013 - 20:44
México, TIEMPO REAL, Último minuto, Video - Sin comentarios
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Ciudad de México, 31 ene (dpa) – Al menos 25 personas murieron y 100 resultaron lesionadas en una explosión registrada hoy en el edificio administrativo de Petróleos Mexicanos (Pemex) de Ciudad de México, informó hoy el gobierno.
La explosión se registró pasadas las 15:00 horas (21:00 GMT) en el edificio B2 del centro administrativo y de momento no se ha informado su causa.
“En primer lugar, de parte del gobierno federal, lamentamos esta tragedia, son 13 muertos en el lugar y uno más que fallece en el hospital de Pemex en Picacho. Ya subió a 100 personas lesionadas”, informó el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
La presidencia de México informó que “parte del personal que labora en las oficinas centrales de Pemex aún se encuentra en las instalaciones y se trabaja en su rescate”.
La mayoría de heridos fueron trasladados a los hospitales de Pemex y de la Cruz Roja. Por la emergencia en la torre el complejo de oficinas de Pemex debió ser evacuado.
Cristian Obele, empleado de Pemex, dijo al telenoticiero “Milenio” que “de repente sintió una sacudida y el primer piso se llenó de escombros”.
“Fue una sacudida, se fue la luz y de repente teníamos muchos escombros, otros compañeros nos ayudaron a salir del edificio”, contó Obele, quien tuvo una lesión en una pierna.
“Volaron vidrios por todos lados, partes de objetos que yo no sé de qué eran, todas las alarmas de los coches empezaron a sonar, me quedé congelada”, también expresó entre lágrimas al diario “Reforma” Indira Rojas, empleada de Pemex.
La torre de Pemex es uno de los edificios más emblemáticos de Ciudad de México tanto por su altura (214 metros) como por ser la sede de una de las principales compañías del país.
La paraestatal Pemex se encarga de administrar la exploración, explotación y ventas de petróleo y es la mayor empresa en este campo de México.
El presidente del Sindicato de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros, Moisés Flores, dijo a medios locales que la explosión se registró en una de las calderas del edificio B2, ante la falta de mantenimiento, aunque la información no ha sido confirmada por la compañía.
Flores dijo que al momento de la explosión no había muchas personas en el edificio porque era la hora de almuerzo.
“No habrá labores en el centro administrativo Pemex hasta nuevo aviso”, afirmó la compañía, que también informó que ante la emergencia el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, suspendió su gira de trabajo en Asia y viene volando de regreso a México.
A la zona de la emergencia, ubicada en una transitada zona de la capital mexicana, se llevaron perros entrenados para el rescate de personas y para detectar explosivos, según informaron medios mexicanos como el telenoticiero “Milenio”.
“Las condiciones no son favorables para que entre el equipo y estamos esperando para poder entrar por otro lugar”, aseguró Daniel Galicia, del cuerpo de rescate canino.
La compañía mexicana de su lado afirmó que “peritos analizan las causas del incidente y cualquier otra versión al respecto es especulación”.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, se desplazó al lugar de la emergencia para supervisar personalmente las acciones de rescate.
“Lamento profundamente el fallecimiento de compañeros trabajadores de Pemex. Mis condolencias a sus familiares”, escribió previo a acudir al lugar el mandatario en su cuenta de Twitter.
Al lugar también acudieron el alcalde de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, otras autoridades locales y familiares de trabajadores de Pemex en busca de información.
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